He perdido el juego más dificil de mi vida, te perdí, lo que antes era mi mayor premio, es ahora un par de fotos quemadas en una papelera donde el fuego lo apagan mis lágrimas. Pero no me importa, porque esto es así, el dado dió el número que daba en la casilla que nos separaba, es culpa del azar. Y ahora he tirado los dados y me ha salido un seis, ahora estoy en la mitad del tablero, mi ficha esta sola y la tuya rodeada de mil fichas que hacen trampas para llegar a tu casilla.
Pero sabes que yo no hice trampas, sabes que yo llegué sin querer, y también sin querer te quise. Pero ahora yo también hago trampa, intento volver a tu casilla, hacerme un hueco entre las demás fichas y recordarte que es mi mirada la que te derretía, que nadie sabe quererte tanto como lo he echo yo. Y cuando llegue a esa casilla, entonces, sólo entonces habremos ganado los dos.
Pero sabes que yo no hice trampas, sabes que yo llegué sin querer, y también sin querer te quise. Pero ahora yo también hago trampa, intento volver a tu casilla, hacerme un hueco entre las demás fichas y recordarte que es mi mirada la que te derretía, que nadie sabe quererte tanto como lo he echo yo. Y cuando llegue a esa casilla, entonces, sólo entonces habremos ganado los dos.
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